Trucos y consejos

Las hojas, verdes y brillantes de las espinacas, resultan deliciosas tanto si se consumen crudas en ensalada como hervidas y empleadas en multitud de platos. Dado su rápido deterioro, debe consumirse recién recogida. La espinaca en estado óptimo presenta hojas frescas y crujientes de color intenso, con lo cual conviene descartar las hojas amarillentas y marchitas. Por otro lado la espinaca debe tener un agradable aroma terroso. Cocine la espinaca en una cacerola que no sea de aluminio sólo con el agua propia de las hojas durante 3 ó 5 minutos y seguidamente escúrralas. 

Existen dos clases de espárragos frescos: los verdes y los blancos, más gruesos. El espárrago se endurece progresivamente y de ser posible consúmalos el mismo día de su compra. Si desea conservarlos, debe envolver sus tallos en hojas de papel de cocina húmedas y meterlos luego a una bolsa plástica de sellado hermético y llevarlos a la nevera. De esta manera podrá consumirlos hasta cuatro días después haber sido guardados. 

El pimentón rojo, uno de los alimentos de color más vivo posee en consonancia un elevado valor medicinal. El pimentón se vuelve más dulce a medida que madura, y su color pasa de verde a rojo.

Los tomates son una valiosa fuente de vitaminas C y A y una de las pocas hortalizas cuyo contenido vitamínico no disminuye en exceso durante la cocción. Para preservar al máximo sus propiedades nutritivas conviene preparar los tomates inmediatamente antes de su cocción. Los tomates redondos y consistentes  son ideales por su vistosidad para preparar multitud de rellenos. Pueden servirse sin más como primer plato o aperitivo, o dispuestos en una fuente para dar a la mesa un toque decorativo.

Conserve las cebollas en la parte menos fría de la nevera, sin humedad, o en una despensa fresca. Puede sacar mayor provecho de ellas si aumenta su cantidad en las recetas y si prepara platos tradicionales, como las cebollas asadas. Para conservar la máxima cantidad de sustancias benéficas, corte las cebollas poco antes de servirlas o de cocinarlas.

Elija berenjenas jóvenes y firmes al tacto al momento de comprarlas, de piel tersa y brillante y sin zonas blandas. La piel de esta hortaliza es rica en vitaminas, por lo que conviene no retirarla al cocerla. Esta siempre se consume cocinada, y puede prepararse cortada en rodajas y frita, guisada, rellena, al horno o como encurtido. 
Al preparar los champiñones no los ponga nunca en remojo. Frote los sombrerillos con un paño húmedo para eliminar cualquier resto de abono y retire los tallos. Evite pelarlos a menos que sea absolutamente necesario. Déjelos enteros o córtelos en láminas si es preciso. Los champiñones resultan más sabrosos, aromáticos, digeribles y nutritivos cuanto menos cocinados estén, de modo que el proceso de cocción debe ser rápido y sencillo. 

El aguacate tiene un contenido de grasa más elevado que cualquier otro fruto (más del 20% de su peso), pero en un 80% se compone de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que son más solubles. Tiene un elevado contenido de vitamina C y es de fácil digestión, por lo cual se recomienda para problemas estomacales e intestinales y para estimular el hígado.

Comentarios